Las habichuelas con dulce son el postre tradicional de los dominicanos durante la Semana Santa.
La complejidad de su preparación, que combina varios ingredientes de fácil fermentación, más la dureza de la corteza del grano, hacen que sea un alimento de difícil asimilación para el hígado y el páncreas, generando incómodas flatulencias en algunos.
Es por ello que te compartimos algunas recomendaciones del doctor, experto en gastroenterología, Alberto Santana, para que preserves mejor tus habichuelas:
- Lo ideal, desde el punto de vista gástrico, es comérselas caliente.
- Si te gustan frías, llévalas a la nevera una vez pierdan el calor.
- Procura llevarlas al refrigerador a no más de dos horas de la cocción. Cada hora que pasa se van fermentando más y más fuera del refrigerador. Frías, la fermentación disminuye.
- Sí hiciste muchas habichuelas con planes de guardar un poco, procura separar sus ingredientes, de manera que las batatas, las pasas o canela se refrigeren en un recipiente aparte de la crema.
- Una vez frías, une los ingredientes del postre y calienta solo la porción que vas a consumir.
- No la entres caliente en la nevera. La combustión con el frío aumenta y hace que tus habichuelas se fermenten más rápido. El frío disminuye al introducir comidas calientes en la nevera y provoca que dure más tiempo en estabilizar el calor. Por ende, tu postre durará más tiempo sin el frío que disminuye su fermentación.
También ahorras energía
Además de evitar una distensión abdominal, llevar tus habichuelas calientes a la nevera aumenta el consumo de energía eléctrica. Tu refrigerador trabaja por más tiempo hasta conseguir la temperatura de conservación, alterada por el calor del alimento. Esto hará que tu consumo eléctrico aumente.
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